Robots que escalan para llegar a los cocos
Los cocos a veces cuelgan en lo alto: eso es lo que los estudiantes de primer año del programa de estudios de mecatrónica y robótica de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Heilbronn han aprendido. El concurso, patrocinado por la empresa líder en sistemas de sujeción y técnica de sujeción SCHUNK con un premio de 1.000 €, fue un verdadero reto para los jóvenes ingenieros.
Un robot trepador autoconstruido tuvo que superar un desnivel de tres metros para tomar una pelota de tenis (el coco) de una palmera (travesaño) a una altura elevada. El hecho de que, de los cinco equipos, al final solo dos superaran completamente la tarea, demuestra lo ambicioso que fue la tarea este semestre. En solo dos meses, los 21 estudiantes (4 mujeres y 17 hombres) tuvieron que buscar y evaluar soluciones, planificar el diseño, construir el robot trepador y crear la documentación del proyecto. En la práctica, tener que superar el desnivel fue el mayor reto.
"¿Quién robará el coco?" fue el lema de la competición de diseño celebrada en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Heilbronn. Un total de cinco equipos de estudiantes de primer año compitieron cogiendo cocos a alturas vertiginosas con sus robots trepadores. Imagen: Universidad de Heilbronn
El jurado, compuesto por el Prof. Dr. Wolfgang Wehl y Herbert Streit de la Facultad de Mecánica y Electrónica, así como por el ingeniero de desarrollo de SCHUNK Michael Franz, premió a los equipos ganadores. Desde el punto de vista de Wolfgang Wehl, la exigente competencia dio sus frutos: "El concurso de diseño ha demostrado que hay mucho esfuerzo y sudor entre la teoría y la práctica exitosa. Normalmente son los pequeños detalles los que deciden entre éxito o fracaso." En opinión de Michael Franz, la competencia de este año ha logrado agudizar la conciencia de los estudiantes sobre las relaciones complejas y entrenar tanto el agarre como la resistencia. Ambas son cualidades necesarias muy a menudo en el uso diario, si quieres tener éxito en el mercado, según comenta Franz.
Los ganadores de la competición junto con el profesor Dr. med. Wolfgang Wehl (tercero por la izquierda) y Herbert Streit (segundo por la derecha) de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Heilbronn y Michael Franz (izquierda), ingeniero de desarrollo de SCHUNK. Imagen: Universidad de Heilbronn