Retomando el hilo
La historia de Lindauer DORNIER GmbH comenzó hace unos 10.000 años: Desde esa época, la mano del hombre entrelaza hilos de urdimbre y de trama para la confección de prendas de vestir, tejidos utilitarios o funcionales. La tejeduría es, por tanto, uno de los oficios más antiguos de la historia de la humanidad. ¿Tiene futuro una tecnología tan antigua? Seguro que sí.
La tejeduría en el mundo
Desde que Peter Dornier, hijo del pionero de la aviación Claude Dornier, fundó la Lindauer DORNIER GmbH en 1950, nuestras máquinas han elevado la producción de tejidos a niveles técnicos cada vez más altos. Hoy en día, las máquinas de tejer con pinzas y con chorro de aire, de gran complejidad, producen no sólo corbatas, vaqueros y chaquetas, sino también paracaídas, trajes espaciales y palas de turbina a velocidades máximas de hasta 280 kilómetros por hora, que es aproximadamente la velocidad de un avión en salida. En los telares de DORNIER se fabrican filtros para la depuración del aire y el agua, telas metálicas para filtros de partículas o stents médicos, así como dos de cada tres cojines de airbag y tejidos para cuerdas de neumáticos para tres cuartas partes de los neumáticos de todo el mundo.
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