Alfred Kärcher fue uno de los empresarios e inventores que tan prolíficamente ha generado la región alemana de Wurttemberg desde la era de la industrialización, como por ejemplo Robert Bosch, Gottlieb Daimler o el conde Zeppelin, destacando por el gran empeño y dedicación de que hizo gala para conseguir llevar a cabo sus ideas. Concluye sus estudios de ingeniería en la Universidad Técnica de Stuttgart en el año 1924, a la edad de 23 años y pasa a trabajar en la oficina de diseño que posee su padre, que convertirá en una oficina de ingeniería. En 1935 funda en Stuttgart-Bad Cannstatt su propia empresa para poder poner en práctica sus ideas en el campo de la calefacción industrial y de ese modo fabricar sus productos. Alfred Kärcher diseña y construye según sus propias patentes numerosos productos, entre ellos el «horno de temple en baño de sal de Kärcher» para el recocido de acero y el temple de aleaciones de metal para la industria. En 1939 Alfred Kärcher traslada la empresa a la localidad de Winnenden, que aún hoy sigue siendo la sede de la empresa familiar. En aquella época también fabricaba calentadores para motores de aviones y calefacciones de cabinas. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la empresa concentra sus actividades en la fabricación de productos para cubrir las necesidades diarias más urgentes: hornos circulares, hornillas, carretillas de mano y remolques de tractores.