A principios de junio se celebraron los 30 años de Carsa, matriz del Grupo Innovalia. Una alianza estratégica de empresas vascas ejemplo de que la incorporación de procesos de innovación, la apuesta por una constante actualización tecnológica y tener el foco siempre puesto en la internacionalización son sinónimo de éxito. “Innovación, tecnología e internacionalización, tres ejes fundamentales para el crecimiento de las empresas y que han estado siempre en el ADN de Carsa desde sus inicios en 1987 y que nos posicionan como la consultora en gestión de la innovación con más tiempo en el mercado de España”, comenta Jesús de la Maza, director general de Carsa y presidente del Grupo Innovalia.
¿Qué representan estos 30 años de Carsa?
Comenzamos hace 30 años como ‘consultores de automatización y robótica’ (cuyas siglas forman Carsa) y coincidiendo con la entrada de España en Europa. Y es que los programas europeos nos permitían ampliar hacia las nuevas tecnologías como era en ese momento la robótica (y curiosamente 30 años después vuelve a serlo) y ofrecer a la industria soluciones para mejorar sus procesos. Nos especializamos en aplicar soluciones de colaboración, tras analizar las necesidades de cada empresa, y potenciar la internacionalización; así podían participar de proyectos internacionales y conocer socios en Europa. Algo que hacía muy poca gente. Y hoy sigue siendo fundamental. Porque no es tan fácil para las empresas salir al mercado internacional. Por eso vemos que seguimos hablando de robótica y automatización 30 años después.
Hace 30 años hablar de robots, de automatización, sonaba un poco a chino...
Sí, éramos raros. Pero yo vengo de fabricar, de la producción, y creamos Carsa porque entendíamos que la robótica era uno de los factores que serviría a la empresa para mejorar, fuera del sector que fuera. A menudo al presentar algún proyecto uno te dice “sí, bueno, pero en realidad yo hago tornillos”. Bien, qué más da... al final, alguna parte del proceso de fabricar tornillos te hace diferente y te permite ganar mercado. Hay que analizar qué nos hace diferente, el valor, qué es innovador....y ‘empaquetar’ este 'know-how'. Porque esta es la otra parte, hay que fomentar la transmisión del conocimiento porque por más inteligentes que sean las máquinas, al final debe llevarlas alguien y la gestión de la tecnología es fundamental.
¿Cómo ven España tras estos 30 años?
Lo cierto es que se puso a nivel de Europa pero ha habido altibajos. El posicionamiento vasco es especialmente bueno, pero aun así no podemos apalancarnos. Ahora es vital colaborar, competir colaborando. De hecho, ese es el embrión de Innovalia cuando, en 2008, dieron forma a una colaboración de empresas que habían desarrollado soluciones conjuntamente. Y hemos logrado cumplir con el objetivo inicial que era que cada marca tuviera producto propio, sin dejar de colaborar. Por ejemplo para el desarrollo del M3 han participado diferentes empresas del grupo. Somos pequeños pero hemos hecho un producto muy complicado... y ahora nos queda salir al mercado y enfrentarnos a los grandes. Y ahí fuera hace mucho frío...
Sí es cierto que contar con una marca consolidada en el mercado de la metrología como Trimek, por ejemplo, es una muy buena carta de presentación para las demás marcas del grupo, especialmente porque está muy ligada a la automoción. Sin embargo, falta un mayor apoyo tanto de Administraciones como de multinacionales españolas que no apuestan por la tecnología española como deberían.
Aunque para mí es un orgullo salir al mercado con producto propio, aportando soluciones que no existían. Ahora sólo nos queda es dar a conocerlas. Porque lo cierto es que nos lo seguimos pasando bien y eso es lo que importa. Y tenemos muchos proyectos en mente.
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Fuente: Interempresas / Periodista: Esther Güell